Este balneario es uno de los más antiguos de la localidad, ya que se sitúa a tan solo dos cuadras del centro, por la calle General Paz.  Es atravesado por el río Panaholma, elegido principalmente por familias con niños, ya que su caudal es bajo, poco profundo, con playas extensas para juegos, entretenimientos, disfrutando del sol, de aguas cálidas y el descanso.

También cuenta con sus habituales vendedores ambulantes que recorren las costaneras ofreciendo sus principales productos regionales como pastelitos, pan casero, tabletas, churros, tortillas, helados y mucho más.